Rumbo hacia Ventarrón, luego de seis kilómetros de recorrido, partiendo de la plazuela de La Calerita, en Tumán. Una larga caminata con bases de juegos en puntos intermedios, para que obtuvieran 'chakanas' como puntaje. Sin lugar a dudas, una de las actividades más recordadas de este campamento, debido al refrescante paseo en medio del río (que estaba pando y permitía el paseo sin problemas).

Las Ruinas de Ventarrón, como el nombre mismo lo dice, hace referencia a las ventiscas que se manifiestan a lo largo de la tarde. Por otro lado, llama la poderosa atención de encontrarse en el lugar arqueológico, un mural con sus colores intactos que muestra la figura de un venado estilizado y que se presume de una antigüedad mayor a la de Chavín, pero a la par con la de Caral.